La calma chicha

20150124_Tulsa083
La música de Miren Iza, Tulsa, debería llevar una advertencia de consumo moderado. No por tóxica, ni mucho menos, sino por adictiva. Una vez entras en esa atmósfera nostálgica, con esa voz limpia y lánguida, y su espectacular sonido, corres el riesgo de quedar atrapado en ese bucle de nostalgia y preciosismo que inundan las canciones de «La calma chicha».

Y buena parte del buen sonido del que ayer hicieron gala en Valencia se debió a la genial combinación del talento de Miren Iza, con la apuesta segura que son los nombres de su nueva banda para el directo: Javi Carrasco (Templeton, Rusos Blancos), Martí Perarnau (Mucho, Zahara) y Ramiro Nieto (The Right Ons, Zahara).

El pase de diapositivas requiere JavaScript.


Pero es que es imposible no estremecerse cuando, en un silencio habitualmente desconocido en la sala Wah Wah, Miren sube al escenario y a golpe de suspiro comienza a desgranar las nuevas canciones («Ay, llevo años escribiendo la misma canción con el único fin de saber algo más de ti»).

Con el dolor de no poder olvidar un amor, «¿Cuánta agua tiene que caer para que se ahogue este amor?».

Reclamando lo que es justo, (si es que es posible hablar de justicia en temas sentimentales): «¿Dónde se esconde lo que nos corresponde?»

Asumiendo los vicios propios: «sé que no debo sucumbir a esta manía mía de repetir lo que está probado que no me hace feliz».

Realizando una declaración de intenciones para volver a empezar: «Mejor me levanto y salgo de este estéril letargo y vuelvo a empezar a empezar a creer que hay alguna opción de ganar».

Admirando a la gente común (con ese sutil guiño al «Common People») ahora que al fin vuelve a sacar su indignación a la calle: «Es gente común la que ha vuelto al río, la que cultiva su furia en el río».

Todos hemos sido ella en algún momento. Por eso es imposible no identificarse con alguna de las nueve piezas de «La calma chicha». Puede que el escenario no haya sido Brooklyn, pero cualquiera ha sufrido y disfrutado con esas pasiones efímeras.

Y entre medias de los nuevos temas, algunos hits como «Algo ha cambiado para siempre», momentos que el numeroso público de la Wah Wah agradecía entre tanta novedad. Pese a ello, había mucho respeto por Tulsa en la sala y se nota que Valencia es una ciudad en la que se ha ganado un público fiel. Cerca de una hora de intensas emociones y en la que apenas se percibió que se trataba del primer concierto de gira tras unos años de parón.

Si os apetece escuchar a la propia Miren Iza hablar de «La Calma Chicha», del paso a Gran Derby Records, entre otros, en Cajón de Traste, podéis hacerlo aquí (min. 10):

Ir a descargar

2 comentarios en “La calma chicha

Deja un comentario